miércoles, 7 de julio de 2010

A medias aguas

El Mundial de Sudáfrica 2010 fue el máximo exponente de como algunos equipos sin tradición futbolística tratan de suplir esa carencia con potencia física. Principalmente se observó en los jugadores de los conjuntos africanos que, gracias a los nuevos diseños de las camisetas al cuerpo, lucieron físicos imponentes.
Pero esta tendencia se expandió, y Europa está adoptando la misma filosofía de darle más importancia al gimnasio que a la “pelota”. Sus seleccionados están compuestos en su mayoría por jugadores veloces, potentes y resistentes, a los cuales se le suma algún “crack” con destreza y buena técnica individual y la combinación se hace explosiva. Para no quedar únicamente en las palabras, algunos ejemplos son: Costa de Marfil, Camerún, Alemania o Holanda.
Por su parte, Argentina está en la mitad del río, ya que en el país, aunque menos que antes, se sigue fomentando al jugador habilidoso y distinto. Pero el problema radica en que nuestros “chicos” emigran a Europa muy jóvenes por lo que no llegan a desarrollarse técnicamente lo suficiente para mantener la identidad nacional.
Desgraciadamente para los amantes del fútbol río platense, si Charles Darwin tiene razón en su teoría de que el más fuerte sobrevivirá desaparecerán los "potreros" y se abrirán muchos gimnasios en el país.

Foto: Google
Por M.P.

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